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jueves, 26 de julio de 2012

Pagarla con los demás

Qué bueno sería que, antes de disparar, dedicáramos unos minutos a averiguar cuál es la causa de nuestras frustraciones o sinsabores.

¡Resulta tan fácil desplegar toda una artillería y arremeter contra otro!, incluso cuando éste, no tiene culpa alguna en el desatino.
La mayoría de las veces las discusiones comienzan por algo, pero otras, no hay un motivo claro. Llevado a la guasa, recuerdo ahora el sainete de los Álvarez Quintero, “Ganas de reñir”, aquí todo acaba bien y la cosa queda en riña de enamorados, pero la mala intención de la protagonista, que tiene ganas de líos, predispone toda la secuencia que se desencadena inútilmente.

Lo malo, es que son muchas las ocasiones en que no se trata de asuntos infantiles, y acaban pagando justos por pecadores. Y ya sabemos que la disposición y la actitud, determinan el juego incluso antes de empezar. Pero claro, cuando uno está “tenso”, es liberador poder utilizar cualquier excusa para explotar y acabar así con la tensión. (que dicho sea de paso nunca acaba). En cualquier caso, no está bien pagar nada con los demás.
Hoy escribo esto a modo de confesión, (algún día mis hijos lo leerán) para sentirme algo mejor, y también conseguir un empujón que me ayude con el propósito de enmienda. “Hijos míos, perdonad mi impaciencia, por mucho que a veces me exasperéis, vosotros sois eso, niños, y yo que debo ser la adulta, la consciente, la que mantiene la calma, pierdo los estribos en demasiadas ocasiones. Y aunque sé, que os digo que la culpa es vuestra…NO LO ES (al menos, nunca lo es del todo), son otras muchas cosas las que interfieren en mi conducta. Debo una vez más, disculparme, empezar de cero y también como en todo lo demás, vaciar el vaso a diario, para que ninguna gota lo pueda colmar.

PD: “Niños, hay algo que si podéis hacer por mí: portaros un poco mejor, por favooooor!!!”

lunes, 16 de julio de 2012

Para ser justa...

Ahora me toca a mí cumplir años, y como tengo que predicar con el ejemplo, aquí va mi reflexión anual…

He estado pensando sobre la justicia, aquella que debería gobernar el mundo pero que si antes no gobierna nuestros corazones, es imposible de imaginar.
Una vez más, nos resulta relativamente sencillo, observar y analizar las injusticias que se producen a diario en nuestra sociedad. Acentuadas, las diferencias sociales con esta crisis que esperemos pase pronto, vemos como casi siempre sufren los mismos y como los que tenemos más (al menos más de lo necesario para vivir) nos preocupamos en su mayoría, sin ser antes todo lo generosos que la situación requiere.

Anoche, viendo War Horse, le explicaba a mi hija (últimamente inspiración para este blog) como son posibles las guerras, como puede el hombre percibir al otro como enemigo cuando faltan la caridad  y la justicia, cómo, si nos olvidamos de practicarlas en pequeñas dosis, cada día de nuestra vida, comprobamos que por detalles minúsculos somos capaces de enfrentarnos, entonces se hace más comprensible (que no justificable) la sinrazón de las guerras.
En mi intento de explicarle como se puede empezar a practicar la justicia, le hable de la importancia de ser agradecido. 

A todos de pequeños nos han dicho alguna vez: “no te dejes comida en el plato, piensa en los niños pobres que no tienen que llevarse a la boca”. Algunos listillos, contestan, ¡pero si esos niños no me ven, mama! O ¡si yo desde aquí, no puedo darles mis sobras!
Sólo cuando entiendes que eres un privilegiado, que tienes la fortuna de haber nacido aquí y ahora, pero que aquellos que ahora mismo lloran de hambre, simplemente no tienen esa suerte, comprendes que sería injusto (que es injusto) que tires comida a la basura. Fijaos con lo difícil que es hablar de la solución para el Hambre en el mundo, lo fácil que es explicarle a un niño, como poder empezar a practicar la justicia, como empezar a ser justos…

Dar las gracias, no cuesta nada, cuando alguien hace algo por ti, es una manera sencilla de devolverle el favor, o sea, de practicar justicia. Muchas personas te dirán: no hace falta que me des las gracias. A mí me gusta contestar (debo ser una contestona) que sí hace falta, que me gusta hacerlo y que de hecho me hace bien, que tú tengas un detalle conmigo sin esperar nada a cambio, no significa que yo no deba mostrarme agradecida.
Pues bien, en mi intento de ser justa hoy, después de cumplir un año más, quiero mostrar mi agradecimiento.

Gracias Dios mío, por la Vida que me has regalado, gracias por todas y cada una de las personas que has ido poniendo en mi camino, gracias por el Amor que recibo cada día de mis seres queridos, y gracias por mantener encendidos,  lo que en su día me explicaron que son “los deseos del corazón”.
Muchísimas gracias, a todos vosotros por vuestro afecto y muestras de cariño.

martes, 10 de julio de 2012

Feliz Cumpleaños!

Reflexionar seriamente sobre la fortuna de estar vivo, es un ejercicio mental muy sano y recomendable, lo debemos practicar con más interés, en la fecha de nuestro aniversario.

Un día como hoy, pero hace ya mucho tiempo (quien sabe quizá hace unos 40 años) tu vida empezó, eso a lo que ahora llamas tú mismo, empezó su camino y ciertamente podías no haber nacido, pero Dios, la Vida, la Naturaleza, todo se puso de tu parte y aquí está el resultado, espero que te guste mucho y que estés muy contenta con lo que ves en el espejo. Sé que te sientes agradecida, pero además, permíteme un consejo: celébralo y disfrútalo!!!

No hace falta que hagas grandes fiestas, ni que invites a todos tus amigos, (aunque estaría muy bien, ya sabemos lo que nos gusta un jolgorioa a cualquiera) puedes conseguir que sea un día realmente especial, rodeado solo de tu familia, o de los más cercanos, pero hazme un favor, vívelo intensamente y no lo pases por alto, nunca sabemos cuántos vamos a cumplir, aunque por supuesto yo deseo que sean muchos más!!!!!!!!
¡Besos mil y muchas felicidades!